miércoles, 20 de abril de 2011

LAS PERSONAS-LIBRO

Como advertía Proust, el verdadero viaje se hace en la memoria. Quizás la cita sea ampliable a  los hechos fundamentales de nuestra vida y a la buena literatura. De la importancia de guardar en la memoria las palabras que sentimos como primordiales y de la necesidad de compartirlas, ofreciéndolas con nuestra voz más personal, nos habla el proyecto Fahrenheit 451, las personas-libro.
Fahrenheit 451 es el título de un libro de Ray Bradbury, llevado después al cine por Truffaut, en el que el escritor norteamericano describe una distopía donde los libros están prohibidos y son quemados por los bomberos a una temperatura de 451 grados Fahrenheit. Como forma de resistencia, algunos ciudadanos memorizan libros, convirtiéndose así en auténticas bibliotecas vivientes.
Basándose en esta historia, Antonio Rodríguez Menéndez decidió fundar el proyecto Fahrenheit 451, las personas-libro, cuyo objetivo es llevar todos los textos a todos los públicos partiendo de la atenta entrega de la mirada y la voz del narrador.
Las personas-libro memorizan fragmentos de narraciones, poemas, ensayos, canciones, aquellas palabras que forman parte consustancial de sus vidas, y se convierten en sus transmisores en un acto de entrega altruista. Intervienen en espacios públicos, hospitales, centros penitenciarios, bibliotecas, librerías, universidades, calles y plazas, en cualquier lugar donde haya personas dispuestas a escucharlas.




En el 2006 se creó en Roma la Biblioteca Europea y el Ayuntamiento romano encomendó al Proyecto Fahrenheit 451 una presentación que conmemorara el evento. En el 2007 el Instituto Cervantes acogió la presentación pública del proyecto, definido como “un homenaje al libro, la literatura, la palabra y el poder de la imaginación.” El legado introducido en “La Caja de las Letras” del Instituto Cervantes por el responsable de Fahrenheit 451, las personas-libro, estaba compuesto por una  carta dirigida al Parlamento Europeo para que eligiera la lectura como seña de identidad de un territorio a construir entre todos, bien necesario a reivindicar y derecho humano a defender. La carta se acompañaba de una grabación -narrada por una persona libro- del cuento de Borges La biblioteca de Babel,  junto con un bote de tinta y unas  semillas de manzano, el primer árbol prohibido.
La Comunidad de Madrid, La Generalitat o la Junta de Andalucía -dentro del marco de actuación del Pacto Andaluz por el Libro- son solo alguna de las instituciones que han confiado en la idea y la han amparado en numerosos actos como La Noche de los Libros, La Noche en Blanco, el Día Internacional del Libro, de la Lectura, etc.
De su vitalidad en el ámbito de la escuela dan fe los numerosos centros acogidos al proyecto “La Palabra Vinculada”, un trabajo de dinamización que tiene entre sus objetivos principales el fomento de la lectura en centros escolares, la mejora de la comunicación dentro de las aulas y la inclusión de la expresión oral en todos los ámbitos sociales. Este proyecto supone un importante salto de calidad en el desarrollo de los Planes de Lectura que se llevan a cabo actualmente en los colegios e institutos, al mismo tiempo que pretende la creación de grupos de personas-libro en edad escolar y su actuación e integración en diversas instituciones y organizaciones sociales. De esta forma, el proyecto se actualiza cada día y encierra una esperanza de futuros lectores, narradores y defensores del patrimonio cultural.

No hay comentarios:

Publicar un comentario